sábado, 8 de noviembre de 2014

Adolescencia




El período de la vida que va entre los 12 y los 17 años está marcado por profundos cambios en el cuerpo, en la forma de ver el mundo y a los demás. Esta es una etapa de transición, llena de promesas, pero también de inseguridades, peligros y desafíos. El inicio de la vida adulta depende, en gran medida, de las garantías y oportunidades que el Estado y la sociedad ofrezcan a los adolescentes para avanzar en su desarrollo intelectual y emocional y en definir sus proyectos futuros. Para monitorear todas estas garantías, a lo largo de estos 6 años, el ODNA se ha preguntado: ¿cuántos adolescentes se encuentran excluidos del sistema educativo? , ¿qué proporción de muertes de adolescentes son evitables, es decir no se deben a enfermedades o causas biológicas?,¿qué proporción de los nacimientos anuales son de madres adolescentes?.
La calificación que obtiene el país es deficiente: sólo llegamos a 3.7 sobre 10. Si bien en la Amazonía los IDN-3 mejoran un poco, 4.2 sobre 10 , y en la Costa, 3.8 sobre 10 ; en la Sierra éstos descienden a 3.6 sobre 10. Esta calificación nada alentadora se explica a partir del incremento en las muertes por causas evitables que, actualmente, alcanza el 35%. Asimismo los embarazos de madres adolescentes han ido en ascenso para ubicarse en el 7%.
La única mejoría que se observa en estos años, se relaciona con el derecho a la educación, siendo menor la incidencia en la exclusión del sistema educativo entre los adolescentes, pues este indicador ha caído a la mitad. De ahí que, la igualdad de oportunidades para enfrentar la vida adulta sea todavía un pendiente que tanto el Estado como la sociedad mantienen con los adolescentes.
Hace veinte años el porcentaje de adolescentes estudiando era 72%, cifra que hoy alcanza el 81% a pesar de que es en ésta edad cuando más jóvenes abandonan sus estudios por trabajar (INEC, 1990 y 2010). Esos innegables avances, lamentablemente se ven opacados por datos que revelan las complejas condiciones en las que crecen buena parte de los más grandes. Por ejemplo, en los últimos veinte años, el suicidio entre los y las adolescentes de 12 y 17 años pasó a ser su segunda causa de muerte. De hecho, en diez provincias serranas y amazónicas, con alta presencia de población indígena y rural, la primera causa de muerte de adolescentes, en los recientes cuatro años, ha sido el suicidio. Y, en ciertas provincias como Guayas o las fronterizas Esmeraldas, Sucumbíos, u Orellana, el homicidio a adolescentes figura como la primera causa de muerte de ese grupo etário  (INEC, 1995 y 2009).

 © UNICEF/ECU2010-1914/Pozo

1 comentario:

  1. Muy interesante articulo . Nos interesan mucho los desencadenantes de los suicidios . Hay que frenar tambien ese terrible problema .

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